lunes, 26 de octubre de 2009

PRIMERAS PALABRAS.

Fuente: http://elsonidodelahierbaelcrecer.blogspot.com

SOBRE LA ADQUISICION DEL LENGUAJE.

Incluyo aquí unas palabras de Javier Garza (¡cómo te echamos de menos!, desde aquí mi admiración y mi agradecimiento por ayudar a tantas familias de forma desinteresada; descansa en paz):

Para que un niño aprenda a hablar deben existir tres variantes muy importantes:
- que el niño tenga la habilidad de imitar (ya hemos ido practicando la imitación)
- que el niño logre algo a través del lenguaje (por ejemplo, lo que hablábamos en el artículo anterior: darle de inmediato al niño el objeto que señala)
- y que los padres exijan al niño dicho lenguaje, es decir, intentar no anticiparnos a sus necesidades (si sabemos que el niño tiene sed, esperar que intente comunciarlo de alguna forma antes de darle el vaso de agua, por ejemplo. Eso sí, esperar sólo un tiempo prudencial).

Nosotros empezamos a trabajar la producción de primeras palabras tanto en ambiente natural (es decir, en situaciones cotidianas del día a día) como en la mesa de actividades.

Trabajamos las primeras palabras:

En cada sesión de trabajo se trabajan como máximo tres palabras.
Algunas palabras se trabajan en la mesa, pero otras en movimiento. Es muy importante mantenere la motivación del niño, que sea todo muy divertido, con grandes muestras de alegría, con mucha interacción.
Hablar muy poco, con órdenes precisas y claras. Pronunciar la palabra que se vaya a trabajar de forma muy clara, vocalizando muy bien, y presentándola como la palabra más bonita del mundo (os puedo asegurar que en cuanto Erik se arrancó a ampliar vocabulario, sus palabras favoritas eran larguísimas: “Atemschutzgerät”, „Pfeffermühle”, etc., y yo me las veía fatal para pronunciarlas, ja,ja).

Es muy importante que el niño aprenda la palabra asociándola con una experiencia emocional (mejor positiva que negativa). Es decir, no limitarnos a enseñarle la foto o el objeto cuya palabra tiene que aprender, sino incluirlo dentro de una interacción divertida.

PELOTA (BALL):

Tienes una pelota en la mano. La lanzas al aire y la recoges, la haces rodar, juegas con ella de forma muy divertida y dices: “PE-LO-TA”.
Se debe intentar por todos los medio que el niño se interese por la pelota, que alce las manitas para intentar cogerla, que corra detrás de la pelota cuando ésta ruede.
Al cabo de un rato, sujetas la pelota entre las manos y das la orden: “(nombre del niño), di PE-LO-TA”. Probablemente, el niño no repetirá la palabra, pero se le da la pelota (o se le lanza la pelota), se le deja jugar con ella y se le dice: “bien, PE-LO-TA”.
Se repite varias veces.
Llegará un momento en el que, si hemos desarrollado una interacción muy divertida y el niño tiene un deseo enorme de jugar con la pelota, tomaremos la pelota, diremos “(nombre del niño), die PE-LO-TA” y sólo se la lanzará si el niño repite la palabra. Ojo, nunca se debe frustrar al niño, si pasado un tiempo prudencial no ha dicho la palabra, pues se termina lanzándole la pelota y “bien, PE-LO-TA”.

Este tipo de juego se puede hacer con “coche” (se juega a rodar el coche, conducirlo por un circuito, etc.), “tren”, “pompas de jabón” o con otros juguetes favoritos.

En el libro “Daniel no habla” de Marti Leimbach, se describe muy bien una situación de aprendizaje de sonidos. Se juega con un coche con el niño y se hace rodar por una superficie hasta que cae al suelo. Cuando cae, se exagera el ruido que hace al chocar contra el suelo: “CA-TA-CLÓN”. Llega un momento en el que el niño dice “CATACLÓN” cada vez que el coche golpea el suelo. Y como la situación le divierte tanto, terminará diciendo “COCHE”.


AGUA – ZUMO – CHOCOLATE – GALLETA (u otros alimentos)

Con los alimentos, se trabaja en mesa.
Supongamos que al niño le encanta el chocolate, por ejemplo (a Erik no le gustaba porque era “marrón”, así que trabajamos otros alimentos). Se disponen trocitos de chocolate de distintas clases y en varios recipientes, todo muy divertido. Un trozo de chocolate está en un platito junto con un molinillo que da vueltas; otro trozo, junto al matasuegras; otro trozo, junto a las pompas de jabón, etc. Es decir, chocolate asociado a un objeto que al niño le guste mucho.

Tomas un trozo de chocolate. Dices: CHO-CO-LA-TE, y te lo comes con muchos gestos de qué rico está. El niño querrá inmediatamente un trozo. Das la orden: “(nombre del niño), di CHO-CO-LA-TE”. El niño no lo dirá al principio, pero se le da el chocolate y se dice de inmediato: “Bien, CHO-CO-LA-TE”. Mientras el niño se lo come, se usa como recompensa el juguete que estuviera junto al trozo de chocolate (por ej., pompas de jabón). Así se va haciendo un buen rato, utilizando cada vez uno de los juguetitos con recompensa.

Después, se vuelve a dar la orden: “(nombre del niño), di CHO-CO-LA-TE”. Se espera un tiempo prudencial a que el niño repita la palabra (y antes de que se frustre o empiece una rabieta, pues se le da el trozo de chocolate y la recompensa aunque no haya dicho la palabra).
Cuesta tiempo y paciencia, pero el nene dirá cho-co-la-te. O puede que empiece con “LA-TE”, pues ya está muy bien así, aunque se le corregirá al decir: “bien, CHO-CO-LA-TE”.


BAILAR – BESAR – COLUMPIAR – COSQUILLAS (y otras acciones)

La mecánica es la misma que se ha descrito antes. Se crea una situación de juego, muy interactiva. Después se trabaja la palabra objetivo.
Al principio se baila, o se hacen cosquillas al niño aunque no diga la palabra. Después hay que ir provocando que diga la palabra y esperando un tiempo prudencial antes de seguir bailando o haciendo cosquillas , etc. para provocar que la diga.

Con un columpio se puede hacer muy bien:
Con el niño sentado, se sujeta el columpio. Dices: “CO-LUM-PIO” y lo balanceas. Al rato, paras el columpio y vuelves a decir: “CO-LUM-PIO”, y lo balanceas. Al cabo de un rato, paras el columpio y das la orden: “(nombre del niño), di CO-LUM-PIO” y esperas a su reacción antes de seguir balanceándolo, etc.

Ejemplos de palabras que logramos con Erik:

- Con el columpio logramos “más”, “alto”, “arriba”, “columpiar”
- Con la pelota logramos “pelota”, “pie”, “mano”, “tira”
- Haciendo cosquillas logramos: “más”, “cosquillas”, “basta”, “dedo”
- Con una pelota de gimnasia donde el niño se puede sentar y botar logramos “vuelta”, “hop-hop”, “redondo”
- Esperando a Erik con los brazos abiertos, cogiéndolo y levantándolo muy alto logramos: “arriba”, “alto”, “techo”, “brazos”
- Haciendo rodar un coche por una superficie (la mesa, por ejemplo) y rodándolo hasta que cayera al suelo logramos: “coche”, “abajo”, “run-run”, ·”roto”, “rueda”, “tubo de escape”
- Girando al ritmo de música logramos: “bailar”, “girar”
- Rodando por el suelo logramos: “rodar”, “suelo”, “barriga”, “culo”
- Con una cesta de ropa con la que nos disfrazábamos logramos palabras de distintas prendas y partes del cuerpo.

OBJETOS Y PERSONAS

Lo primero es hacer una lista de las palabras o sonidos que emite el niño. Estad atentos, pues si emiten sonidos, generalmente hay una palabra escondida ahí (el caso de kuki = gurke). Si el niño aún no habla, pues un poquito de paciencia.
Y también una lista de sus objetos u actividades favoritas: tren, coche, cosquillas, pompas de jabón, bailar, columpiarse, etc.

De todo ello hicimos fotos (grandes y muy claras, sin cosas extras que pudieran desviar la atención). Y también fotos de las personas más cercanas (papá, mamá, abuelos, terapeutas). También utilizábamos los objetos concretos.
Además de trabajarlo en mesa, colgábamos las fotos en distintos lugares de la casa. Cada vez que pasábamos delante de una foto, la señalábamos y decíamos: “AUTO”, “PA-PA”, etc.

Trabajamos con fotos en la mesa de actividades:
Muestras la foto de una persona y dices: “PA-PÁ”. Después, la orden: “(nombre del niño), di PA-PÁ”. Conmo refuerzo se tienen sobre la mesa trocitos de las cosas de comer que más le gusten y sus juguetes favoritos.
Lo mismo al mostrar la foto de un objeto o el objeto en sí.

SONIDOS ONOMATOPÉYICOS DE ANIMALES

Como material de trabajo utilizamos un juguete que era una granja con animalitos. Si se accionaba el animalito, emitía su sonido: “mu”, “guau”, etc. Inmediatamente repetíamos el sonido y la orden era: “(nombre del niño), di MU”. Al principio le dejábamos accionar las teclas siempre, pero luego se lo impedíamos hasta que repetía el sonido (como siempre, esperar sólo un tiempo prudencial para evitar una rabieta).

Más adelante utilizábamos figuras de animalitos o fotos. Se coge la figura del animal (vaca), se dice: “MU” y se da la orden: “di MU”. En cuanto el niño la repite, se le elogia y se le recompensa.

CANCIONES INFANTILES

Y después pasamos a las canciones infantiles sencillas. Sentados frente a frente con dos sillas o en el suelo, cantas una canción, mejor muy cortita al principio, mientras das palmas. Generalmente el niño imita las palmadas también. Repites la canción un par de veces.

Después la cantas de nuevo, pero te detienes antes de decir una palabra, esperando la reacción del niño. Él se da cuenta que falta una palabra. Pasado un tiempo prudencial, sigues con la canción. Después de repetir varias veces este juego, Erik empezó a decir la palabra que faltaba. Después se hacía lo mismo con dos palabras. Al final se terminará cantando la canción entera con el niño.

Un ejemplo en español podría ser “El cocherito leré”, e ir provocando que el niño diga “leré”.

Lo mismo con juegos de dedos y pequeñas juegos infantiles. Con juegos de dedos, “este compro un huevo, este lo puso a asar, este le puso sal...., etc”. Y el mismo proceso que con las canciones.

O se sienta al niño en las rodillas y se dice lo de “al paso, al paso, al trote, al trote, al galope, al galope....”. Hay muchos de estos juegos.

Incluyo aquí nuevas pautas para la estimulación del lenguaje en ambientes naturales , siempre en el marco de una situación de interacción. En siguientes artículos, veremos cómo trabajamos en mesa la comprensión, producción y ampliación de vocabulario con ejercicios concretos.

Expansión:

Cuando el niño esta aprendiendo a hablar, utiliza las palabras principales de la oración y omite las menos importantes. Con la técnica de la expansión puedes añadir la palabra que el niño omite o ir ampliando su vocabulario.
Un ejemplo es cuando el niño dice “Esto pelota ”. Tú puedes ampliar la frase del niño y decir “ Sí, esto es una pelota” o incluso decir “ esta pelota es roja ”.

Información adicional:

Otra técnica es incluir información adicional. Utiliza frases simples y cortas.
Por ejemplo, el niño dice: “quiero galleta”. Tú puedes comentar esa frase diciendo “la galleta está rica” o preguntando: “¿quieres una galleta”? o afirmando: “Ah, tienes hambre”.

Imitación:

La mayor parte de las cosas que los bebés aprenden sobre las personas lo hacen gracias a la imitación. Sin embargo, en la práctica, la mayor parte de los bebés aprenden a imitar a los adultos porque en primer lugar sus padres los imitan a ellos Así los los padres les ayudan a que aprecien el significado de sus conducta, y, más tarde, los bebés y niños copiarán lo que sus padres hagan.

Copiar intencionadamente los movimientos o sonidos vocales de un niño puede resultar una manera muy productiva y entretenida de conseguir atención conjunta, e ir estimulando la producción de lenguaje.

Algunos ejemplos:

• Imitar algunos de los sonidos vocales del niño y hacerlos tan similares como puedas a los del niño. Si parece que el niño no se da cuenta o no presta atención, utiliza intrumentos que le motiven: hablar a través de un rollo de cartón, utilizar un micrófono, etc.

• Darle al niño un juguete que le guste mucho para que lo explore, y copiar las acciones y sonidos que hace. Puedes intentar algo parecido a una "conversación" sin palabras: no sólo le imitas, sino que añades algunos sonidos más, y comprobar si establece contacto ocular en respuesta de sorpresa.

• Darle al niño un objeto que le permite “jugar” con él en movimiento: por ejemplo, un trozo de tela vaporoso. Utilizando uno parecido, imita sus posturas y movimientos, así como las formas que hace con él. Introduce algún sonido o alguna palabra adecuado a la situación.

• Únete a él mientras anda, salta, corretea… e incorpora palabras y sonidos adecuados a la situación.

Un punto de partida para promover que el niño se adentre en nuestro mundo social es que nos unamos al suyo. Algunos niños con autismo parecen necesitar que comencemos imitándolos antes de que comiencen a estar interesados en copiar nuestras acciones o sonidos.

Situaciones de juego:

El juego interactivo puede ser una manera útil y divertida de ayudar al niño a practicar algunas de las habilidades fundamentales para el desarrollo de la comunicación, de forma que se acostumbre a compartir intereses, a mirar, a escuchar y a tomar turnos. A este tipo de juego se le llama juego recíproco, y proporciona al niño un sabor de la empatía social que resulta tan complicada de adquirir en niños con autismo. Pero una vez que el niño esté haciendo estas cosas, será capaz de aprender mucho más de las personas que le rodean.
(Véase “primeras palabras 1”)

ESTRATEGIAS PARA LA ADQUISICIÓN DE LENGUAJE

Incluyo a continuación un artículo de Lis Aragón, pues me parece que resume muy bien las estretegias que hemos ido aunando para conseguir las “primeras palabras”. Agradezco a Frances Vega Costas el habérmelo facilitado. Y recomiendo pasarse por su página web, donde hay artículos muy interesantes: Viviendo en otra dimensión.

Las siguientes sugerencias no son ejercicios aislados que deben trabajarse, sino ideas para modelar las interacciones comunicativas con el niño. Estas estrategias funcionan mejor cuando se las usa en forma consistente, en diferentes contextos, y por parte de personas diferentes. Son estrategias para mejorar las habilidades comunicativas del niño, y de ninguna manera suplantan la ayuda profesional.

Recomendaciones generales.

1.- Disminuir las preguntas directas: por ejemplo "¿qué es esto?, ¿qué quieres?, etc. Hay que evitarlas lo más que se pueda pero no eliminarlas por completo. No se desarrolla el lenguaje con un desarrollo excesivo de preguntas. Hay que reemplazarlas por: Comentarios: observe qué está haciendo el niño y haga un comentario acerca de eso (reemplazando lo que sería su diálogo interno). De la misma manera que las preguntas a veces limitan el desarrollo del lenguaje, los comentarios lo promueven.

2.- Espera: en el intercambio comunicativo, espere con mirada expectante la respuesta: establezca contacto con los ojos, inclínese hacia el niño, levante las cejas, que el rostro expectante sea bien claro para el niño.

3.- Establezca situaciones comunicativas: No anticipe cada necesidad de su hijo. Genere momentos en los que él va tener que hablar para conseguir lo que necesita.

4.- Use muchos gestos y expresiones con la cara bien exagerados, sobreactúe para atrapar el interés del chico.

5.- Modele en vez de corregir (modelar significa presentar el modelo de lo que su hijo debe decir).

6.- Reduzca el uso que Ud. Hace del lenguaje. Por ejemplo, si él no habla, háblele Ud. Con oraciones de una sola palabra. Si habla con dos, use Ud. Dos palabras para hablarle.

7.- Refuerce todos los intentos que el niño haga para comunicarse sean verbales o no.

8.- ¡¡¡DIVIÉRTANSE!!!! su hijo no va a querer comunicarse si no lo encuentra divertido.

Sugerencias específicas para los niños que todavía no hablan:

1.- Si el niño no se comunica intencionalmente, no vocaliza, gesticula o usa la mirada de manera significativa, pueden ser útiles para estimularlo los juguetes medio-fin (de esos que hay que tocar ciertos botones para que aparezcan los personajes) los juguetes de cuerda y los de arrastre.

2.- Los juegos por turnos estimulan la comunicación. Utilice materiales que al chico le interesen mucho. Al principio va a tener que ayudarlos bastante y hacer turnos cortitos que luego irá aumentando.

3.- Los juegos como aparecer y desaparecer (él y Ud.) debajo de una sábana, escondidas, etc. Estimulan la participación en una interacción social.

4.- Tómele la mano y hágalo saludar a las personas.

5.- Si su hijo le toma de la mano y lo lleva hacia el objeto deseado, no deje que haga eso. Moldee la mano del niño con la posición de señalar y ayúdelo a poner el índice sobre lo que necesita. Vaya retirando poco a poco esa ayuda.

6.- Si su hijo grita o arroja objetos para comunicarse, por ejemplo, para expresar que no quiere jugar más, enséñele algo más apropiado como decir que no con la cabeza. Si puede enséñele a acompañar el gesto con la palabra "no", y si él no puede hacer eso, intente que use la vocal "o", o él sonido más aproximado que él pueda hacer.

7.- Diseñe oportunidades para que su hijo inicie la comunicación.
-coloque comida o juguetes favoritos en lugares altos, inaccesibles pero visibles.
-sople una burbuja y luego cierre el frasco. Moldee que él diga "bú" si quiere más.
-Coloque un objeto deseado dentro de un frasco bien cerrado. Finja que la puerta está trabada cuando él quiere salir.

8.- Si su hijo no lo mira pero si mira los objetos que le interesan, ponga estos objetos entre sus dos ojos antes de dárselos. No le dé nada sin que antes lo mire a los ojos al menos una milésima de segundo. Agáchese cuando hablan para que estén al mismo nivel ojo con ojo.